Para el desarrollo de este epígrafe se ha tomado como referencia los conocimientos científicos y testimonios de la Dra. Susan Silvero Alonso, el Dr. Boris Cyrulnik y la Dra. Wendy Suzuky.

La edad de los niños que asisten al programa de Little Ones Spanish Academy está comprendida entre los 0 y los 6 años. Durante este periodo de vida los pequeños comienzan a descubrir que vivimos en un mundo de relaciones en constante interacción con el entorno.

La relación que se establece con el medio ambiente durante los primeros años de vida determinará, o no, el correcto desarrollo físico, emocional y mental de los más pequeños.

Además, hay valores y destrezas que deben adquirir los niños, independientemente a la asignatura que estudian, por eso se llama horizontal; porque se les enseña siempre, sea la actividad que sea.

La estructura vertical, es el desarrollo de las asignaturas según la edad, competencias y habilidades que el niño tiene que adquirir de acuerdo a cómo va creciendo, por eso se llama vertical.

Por este motivo, comprometidos con el desarrollo saludable de los niños la estructura central del plan de estudios, según aconseja la Dra. Susan Silvero Alonso, se ha basado en cinco pilares: educación en valores y ciudadanía, apego correcto, estimulación neurofísica, regulación emocional y manejo y resolución de conflictos.

Estos 5 pilares recorren de manera horizontal la estructura vertical de la currícula que se presenta en este documento y están destinados a cuidar con esmero el desarrollo natural y saludable de las habilidades emocionales, físicas-motoras y mentales de los más pequeños para que así se diviertan aprendiendo el arte de vivir y puedan desarrollar su máximo potencial en la resolución de los desafíos que se encuentren mientras aprenden jugando cómo es el mundo.

A continuación se explica cómo se aplican estos cinco pilares a la estructura vertical del Programa Little Ones Spanish Academy para que queden perfectamente integrados en el día a día de los pequeños que asisten a nuestro centro.

CONSTRUCCIÓN DE UN ENTORNO SEGURO

Es la base para un cuidado de alta calidad y de protección en los niños.

Para la aplicación y logro de la estructura horizontal es crucial generar un ambiente afectivo de seguridad y confianza en los niños para que puedan disfrutar y aprender durante la interacción con su entorno.

De acuerdo con el Dr. Cyrulnik, se considera este como el aspecto más importante a tener en cuenta, ya que, numerosos estudios científicos evidencian que un cerebro adulto funcionará bien si ha sido reforzado durante el desarrollo en la infancia temprana. Y para esto es necesario un entorno afectivo seguro. Por contra, un cerebro adulto funcionará mal si ha sido debilitado o fragilizado durante la infancia temprana. Esto pone de manifiesto la dimensión de las carencias afectivas.

La Dra. Susan Silvero aconseja que para la construcción de un entorno seguro en un centro educativo se tienen que tener los cinco pilares que conforman la estructura horizontal de nuestra currícula.

CONSTRUCCIÓN DE UN APEGO CORRECTO

En la construcción de un vínculo de un Apego Correcto del pequeño con la maestra es fundamental que la relación que se teje día a día entre la maestra y el pequeño genere un vínculo de apego seguro donde el niño se sienta seguro y confiado que su maestra estará disponible y responderá cuando la necesite.

Para esto es fundamental contar con un equipo de maestras que posean la formación, información y la sensibilidad materna para atender e invertir el tiempo y la energía mental necesaria que cada niño necesite para que pueda sentirse seguro con ella y por ende con el resto de sus compañeros durante el tiempo que permanezca en el centro.

MANEJO Y RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

El pilar Manejo y Resolución de conflictos deriva de la construcción de un ambiente familiar y de seguridad entre el niño y la maestra. Es decir, en esta familiaridad el pequeño conoce el entorno, conoce los comportamientos y las respuestas ante un suceso son previsibles: aprende a saber actuar ante un suceso que ocurra durante el convivio.

Esto le otorga los recursos y habilidades necesarios para que sepa responder ante un pequeño estrés o reto que se pueda presentar en su hogar familiar, en el centro o en otro entorno diferente. A su vez, se genera un efecto de feedback positivo porque irá adquiriendo más seguridad y confianza en sí mismo y en el manejo y la resolución de conflictos que se presentan en el día a día.

REGULACIÓN EMOCIONAL

En este epígrafe tomamos como referencia a la Dra Susan Silvero y al Dr Boris Cyrulnik.

Un ambiente seguro y un vínculo de apego seguro entre la maestra y el pequeño están intrínsecamente relacionados con el pilar de la Regulación Emocional.

Como especie mamífera que somos un niño en edades tempranas de desarrollo, sin capacidad de raciocinio, siempre buscará la seguridad biológica. Pero si un niño es afectivamente aislado el cerebro entra una bioquímica de alerta de supervivencia. ¿Qué ocurre en estos casos?

A continuación se explicará brevemente algunos de los procesos que se dan en el organismos para intentar poner de manifiesto el alcance de las carencias afectivas en edades tempranas de desarrollo.

La amígdala, estructura cerebral responsable de las emociones primarias, se dispara informando de peligro de muerte. Se segregan hormonas del estrés, como el cortisol y las catecolaminas.

Si esta situación se mantiene en el tiempo el niño sufrirá estrés crónico y el cuerpo seguirá segregando hormonas del estrés. Estas hormonas del estrés después de un tiempo se convertirán en tóxicas para el cerebro provocando daños extremos en la corteza prefrontal, una zona crítica para el manejo y el enfoque de la atención y la toma de decisiones, y en el hipocampo, que es donde se almacena la memoria a largo plazo. (Estos son solo algunos de los efectos, ya que, el estrés crónico da lugar a un ataque generalizado de las áreas más importantes del cuerpo humano como son el sistema digestivo, el sistema vascular y el corazón como se menciona más adelante).

Por lo tanto, se ve afectada la capacidad de aprendizaje y el habla que, o no hablan, porque la emoción les impide hacerlo, o hablan pero más tarde y peor que los pequeños de su misma edad. Estos niños no tienen un cerebro peor solo han sido aislados afectivamente en el comienzo de su desarrollo y sometidos a estrés crónico; un pequeño en estas condiciones no puede aprender porque está sobreviviendo. (No todo el retraso del habla está asociado a situaciones que se indican en este artículo).

En resumen, en un niño con carencias afectivas e inseguridad se produce una atrofia de los lóbulos prefrontales y de los circuitos de la memoria y las emociones. Por contra, presenta una hipertrofia de una serie de neuronas que tratan las emociones insoportables.

Esto tendrá consecuencias durante toda su vida, ya que, si de adulto se los dejan solos, interpretaran toda información como agresión y tendrán miedo de todo. Ante las dificultades que se les presenten responderán de un modo diferente que aquellas personas que de niños construyeron su personalidad en un ambiente seguro y de protección.

EDUCACIÓN EN VALORES Y CIUDADANÍA

De nuevo, proporcionar al niño un entorno seguro queda indisolublemente unido a otro de los cinco pilares mencionados: Educación en Valores y Ciudadanía.

Vivimos en una sociedad sobreestimulada donde se dan cambios a gran velocidad y continuamente se transmite la idea de que es posible obtener logros sin un esfuerzo previo.

En este sentido, la Dra Susan Silvero alega que conscientes de que educar es más que transmitir conocimientos académicos, enseñar un idioma o aprender a socializar, creemos que es fundamental trabajar conjuntamente con las familias para transmitir a sus hijos los valores del trabajo, el esfuerzo, la disciplina, la responsabilidad y el compromiso.

Nuestra metodología; a través del juego y de las tareas cotidianas mediante la adquisición de objetivos y retos que se pueden alcanzar con trabajo, esfuerzo, disciplina, responsabilidad y compromiso.

Para ello, utilizamos diferentes actividades que requieren de planificación, organización y priorización por parte del alumno.

Un niño que aprenda a jugar en el convivio de esta manera, aprenderá a funcionar por objetivos, se conocerá mejor en sus habilidades y limitaciones, aprenderá a superarse día a día y a experimentar que los logros se consiguen con trabajo, esfuerzo. Valorando así también el tiempo real para la consecución de los objetivos y retos propuestos. Estos niños cuando sean adultos tendrán mayor claridad para confrontar los retos y conocer su propósito de vida.

Por otra parte, uno de los comportamientos más comunes que como educador se observa en los pequeños es el esfuerzo que les supone compartir, ser empáticos y saber esperar para el beneficio del otro y del grupo. Aunque estos comportamientos también tienen que ver con etapas del desarrollo evolutivo de los pequeños, un educador debe guiarlos para que no se convierta en un rasgo que marque su personalidad. Sin embargo, esto no será posible si el niño no se siente seguro en el entorno donde se desarrolla.

A continuación vamos a relatar brevemente casos extremos de estrés postraumático para incidir en la importancia y la responsabilidad de los educadores (ya sean familiares directos o centros educativos) de aprender, trasladar e implementar estas experiencias en la educación y cuidado diario con los pequeños.

Según menciona el Dr. Boris Cyrulnik, en sus estudios realizados a los niños soldados del Congo, cuando se les preguntaba que querían ser de mayor respondían que médicos o periodistas. Periodistas para poder dar testimonio de lo que ocurre cuando un niño se transforma en soldado, médicos, porque como sabían lo que es el dolor, podían aprender a proteger del dolor a otros. Es decir, les nacía un deseo altruista. El altruismo es un mecanismo de legítima defensa para combatir el dolor.

Por otro lado, la empatía es la capacidad de descentralizarse de uno mismo para representar el mundo del otro.

Un niño privado de afecto que se siente inseguro y su cerebro le dice que está en peligro no puede ser altruista ni empático: si un león le persigue para comerle no puede pararse a mirar las flores del campo en la clase de ciencias naturales y compartir una con el compañero que no tiene.

Solo en un entorno seguro el pequeño aprenderá a ser empático; podrá descubrir al otro, se interesará por el otro e iniciará un proceso de altruismo.

Es un camino sistémico, no una causa efecto. Hay que construir todo un sistema que integre las condiciones favorables que lo hagan posible. Y será en un entorno seguro y de confianza donde el niño se sienta tranquilo para poder desarrollarse en su máximo potencial para ser un adulto seguro, capaz de confrontar los desafíos de la vida y en beneficio de la comunidad.

Pero este camino comienza a andarse en la infancia temprana. De ahí que este sea uno de los cinco pilares sobre los que se levanta el programa educativo Little Ones Spanish Academy.

ESTIMULACIÓN NEUROFÍSICA

Por último, pasamos a desarrollar el quinto pilar que queda por mencionar; la Estimulación Neurofísica.

Estudios científicos revelan el beneficio de actividades como el deporte, la música, el teatro, el cine, el dibujo para el desarrollo saludable de los niños ya que tienen efectos preventivos y curativos en edades tempranas de desarrollo.

Como comenta el Dr. Boris Cyrulnik, se sabe que en un niño que hace música, toca algún instrumento o canta se estimulan ciertas estructuras cerebrales como los lóbulos prefrontales, que hace que hable antes y mejor que los niños que no practican estas actividades y socializan con más facilidad porque se sienten más confiados con los demás. El dibujo, el teatro, el cine, los cuentos también benefician a los pequeños y actúan como medio preventivo y de intervención (en aquellos pequeños con algún tipo de trauma) porque son excelentes para el desarrollo de la empatía y el desarrollo de las habilidades motoras.

Esto es así porque una representación teatral, en la moraleja de un cuento, en una película o en una obra de arte son excelentes medios para entender las emociones del otro, para identificar las suyas propias y para la expresión de las mismas a través de su propia voz o de la voz del protagonista de la película que, por ejemplo, esté viendo en ese momento.

Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es el deporte como medio preventivo y de intervención.

A lo largo del desarrollo de este documento hemos mencionado los efectos que puede tener el estrés crónico en aquellos niños que no se sienten protegidos y seguros. La Dra Wendy Suzuky afirma que el ejercicio puede ayudar a proteger al organismo de los efectos devastadores del estrés crónico porque:

• Estimula los factores de crecimiento que son sustancias que:
  • Ayudan a proteger al hipocampo y a hacer que crezca y se desarrolle.
  • Ayudan a la corteza prefrontal a aumentar el número de sinapsis y fortalecerla además de crecer en tamaño.
  • Fortalece el corazón y el sistema vascular porque con el ejercicio se estimula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos que oxigenan mejor el cerebro, siendo este el órgano que más oxígeno consume de todo el cuerpo, con lo cual, funcionará mejor.

La Dra Susan Silvero Alonso, el Dr. Boris Cyrulnik y la Dra. Wendy Suzuky coinciden en la importancia de introducir desde muy pronto en el colegio la práctica de estas actividades para que los niños puedan alcanzar su potencial completo.

CONCLUSIÓN

En nuestro programa educativo existen espacios concretos dedicados al desarrollo de estas materias, como es el ejercicio físico diario, el juego dramático, la estimulación de la motricidad fina a través de diferentes dinámicas y juegos.

Pero la realidad como educadores es que la espontaneidad y el mundo interno de los niños no tiene un horario o un espacio en particular, sino que, se expresan en su dolor o frustración cuando y como pueden y saben.

De manera que, como centro educativo nos hemos especializado en la construcción de un ambiente seguro y de protección donde el educador deberá intervenir en el momento que el pequeño lo necesite y de la mejor manera posible para salvaguardar la integridad y el desarrollo, tanto en un niño sano, como medio de prevención, como en un niño con algún tipo de trauma, como medio de intervención.

Como indica el Dr. Cyrulnik, la confianza es el verdadero tranquilizante; si un niño se siente confiado y seguro en el entorno en el que se desarrolle, hablará con los demás y lo hará con más facilidad, experimentará y aprenderá a interactuar con el entorno.